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Aleaiactacismo —Sobre la Vida—



¿Qué es vivir? Un camino con principio y fin. Un sendero que uno aplana para los demás que vendrán. La vida humana es todo, aunque se haya tachado de vana, y en contraposición con los que declaran que el humano es un suceso más nacido de la casualidad, que no estamos aquí por una razón y una misión, yo propugno que malgastar nuestro escaso tiempo en este mundo es una insolencia propia del más estúpido egoísmo.


Nuestra vida es de lo más preciado que tenemos pues involucra al tiempo, materia irrecuperable una vez invertida. Cada uno tiene la libertad innata para obrar cuándo y cómo desee, pero es innegable que tenemos una tarea sobre nuestras cabezas entrelazada con el don de la razón. Ese deber es hacer que cada generación esté más cerca de la Realidad Divina y el principal camino que ha habido siempre para ello ha sido el arte.


Otras dos verdades irrefutables son que la vida es un regalo divino y que vanalizarla, desecharla o malgastarla son actos propios de alguien pobremente educado y que está más cerca de los animales salvajes que de la Humanidad. Todo aquel hombre que hubiera sido educado como tal, y no como bestia, sabe el valor de su vida y que dentro de él hay algo, prima facie inexplicable, que le empuja a emprender un proyecto que le llevará gran parte de su vida, si no toda, realizarlo. Ese eco que susurra en sueños y dirige las decisiones que toma una persona sana lo denomino “La Llamada de la Belleza”, pues todo cuanto empuja a hacer es de carácter constructivo y maravilloso.


¿Qué es morir? Bajar del caballo. Se paró el reloj, ya no queda más tiempo.

La muerte es otra razón para cumplir nuestra parte de la tarea. Somos mortales, tenemos una fecha marcada en la cual nos desahuciarán del cuerpo y el mundo tal y como lo conocemos, ¿qué mejor que aprovechar nuestro nanosegundo en la existencia del cosmos? La muerte no es ni tentadora ni terrorífica, la muerte es. Vive de tal manera que tu obra sea los cimientos de algo mejor aún, pero no vivas por que tu nombre quede esculpido en una placa junto a tu obra. Los nombres son irrelevantes. Hoy te llamas Alejandro, mañana puedes llamarte Jasón y pasado puedes decirte Björn.

Aquellos pobres que viven en pena y deseando que llegue su hora, harían mejor acercando sus destrozadas almas y sus enfermas mentes a las construcciones de sus antecesores. Palacios, esculturas, pinturas, obras, poemas, novelas… cualquier forma de arte anterior al posmodernismo hará que el ascua de la Belleza que reside en ellos avive y recuperen su condición humana y, con ello, su Libertad.


 
 
 

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