Analizando a los baby boomers
- Ángel
- 8 jul 2021
- 5 Min. de lectura
Se conoce como baby boomer a aquel nacido entre 1946 y 1964, aunque en el caso de España podríamos retrasar ambas fechas 1 o 2 lustros. A esta parte de la población se le conoce por este nombre ya que forman parte de una explosión de natalidad ocurrida durante los años mencionados.
Si hay un grupo de población clave para entender la situación de occidente, y en concreto de España, es esta. Son la generación mayoritaria, con lo que son fundamentales para obtener buenos resultados electorales; suponen el comienzo del postmodernismo con Mayo del 68 o la caída del franquismo; y han sido quienes nos han educado a las nuevas generaciones.
Los boomers son la generación que mejor representa y defiende la ideología del establishment global (llámese globalismo, postmodernismo, neoliberalismo o como se desee), la generación de la supuesta libertad de expresión, la de la alabanza a la democracia, la de la adopción de la tolerancia, antirracismo o antifascismo como valores positivos y supremos. Es decir, los baby boom son los principales defensores del "que haga lo que quiera si no me afecta", de la desideologización de la política, y sustitución de esta por una tecnocracia global donde solo importa la economía.

Los nacidos en el baby boom suponen un corte entre "los dioses fuertes" (Dios, nación, familia), caracterizados por ser inamovibles y de gran arraigo; y su sustitución por los "pequeños mundos privados", los Derechos Humanos, o la democracia, los cuales son moldeables y más abiertos.
Este cambio de mentalidad es el resultado de la demonización de las sociedades cerradas después de la segunda guerra mundial, y la predicación de que la única receta posible para evitar este tipo de situaciones es la sociedad abierta de Popper. La adopción de estas ideas por parte de la elite económica y política, tuvo como consecuencia un proceso de ingeniería social con el fin de remodelar los principios de las sociedades, para lograr homogeneizar las naciones y obtener un mundo de individuos atomizados e iguales.

La magnitud de esta campaña para modificar la sociedad es incomparable: permisividad absoluta con el narcotráfico y multiplicación del consumo de drogas, imposición de la idea de naciones históricas y las organizaciones supranacionales con el objetivo de debilitar la nación, campaña a favor de la democracia y su imposición, la cuestionable versión oficial del 23F, oligopolio de los medios de comunicación y un largo etc.
Este proceso fue facilitado, fuera o no casual, en que la legitimidad de los países anticomunistas se fundamentaba en la "libertad", y en el caso de España por la progresiva desideologización del régimen franquista ("Haga como yo, no se meta en política"). Además, una juventud de tal tamaño numérico, un papel cuestionable de la Iglesia, y que la inercia económica del franquismo, sumada al impulso del mercado común europeo, hicieran que esta generación no haya visto un retroceso económico sino todo lo contrario, no ha ayudado en absoluto.
Los resultados de estos cambios en todos los aspectos de la sociedad han sido nefastos. El impacto a largo plazo de unirse a la UE ha sido la aniquilación de nuestra economía y soberanía, mientras que la sustitución de la moral cristiana ha destruido la calidad de los matrimonios y la natalidad, entre otros problemas.

De ser una de las principales potencias industriales del mundo con un 40% de nuestro PIB siendo industria, a que ese porcentaje se reduzca al 16% y su futuro sea dudoso. De tener una demografía saneada, a que estemos en la posición número 204 de países por natalidad. De que la previsión para el 2015 fuera que hubiera 70 millones de españoles, a que haya sido 47, y muchos de ellos fueran de origen extranjero. De un 7% de deuda respecto el PIB, a un 125% y subiendo. De tener empresas públicas punteras y rentables, a regalarlas a países extranjeros o intereses individuales.
Los boomers tomaron un país puntero, y se cargaron el componente moral y cultural responsable de mantener unida y fuerte a la sociedad (aunque irónicamente el sustituto de esa moralidad sea una hipermoralidad presente en absolutamente todos los aspectos de nuestra vida, la cual tiene el objetivo de evitar el retorno de esos peligrosos "dioses fuertes"), todo en nombre de la gloriosa libertad.
Para rematarlo, creyeron que ellos estaban eligiendo algo al votar, cuando las cartas estaban marcadas desde un comienzo. Hay gente que ha trabajado muy duro durante muchos años, pero si le das el poder a individuos que en el mejor de los casos son unos inútiles, y en el otro, odian tu estilo de vida y a tu país, no se puede llegar muy lejos.

No es ni mucho menos mi intención colgar todas las culpas a la generación de nuestros padres, el contexto era totalmente desfavorable para que pudieran intuir los resultados, y muchos de los procesos que han impulsado esto ya eran anteriores a ellos; además, muchos de ellos han intentado hacer perdurar esos "dioses fuertes", haya salido mejor o peor. Mi verdadero objetivo es que reaccionen y vean más allá del cuento de rojos y azules que nos hemos tragado tanto tiempo, mientras nos robaban nuestro derecho a decidir el futuro de la patria.
Es necesario dejar atrás ya el ignorar la política o verla como un pasatiempo. Los resultados de aceptar ciertas premisas durante estos últimos 40 años han sido desastrosos, y solo ha hecho más que empezar. El problema de las pensiones, la deuda, la situación de nuestras fuerzas armadas, la inmigración, el multiculturalismo, el precio de la vivienda y los sueldos irán a peor y nadie reacciona lo más mínimo por el "qué dirán" o "no te metas en rollos".

Por no hablar que lo que empezó como "si no me afecta no me importa", ha derivado en un planteamiento tóxico que busca la emancipación de la persona de absolutamente todo, de la relación hombre-mujer en el matrimonio, de su sexo, de la propia división en sexos, y pronto del propio término de ser humano. El objetivo es claro, un ser humano completamente "libre" de decidir lo que és, incluso de decidir si es un humano u otra especie, un humano completamente atomizado, sin relaciones sociales fuertes como la patria o la familia.
Esto último pueden parecer desvaríos de locos de los que hay que reírse, pero esos locos nos están ganando la partida, huir o intentar ridiculizarlos no es una opción, hay que confrontarlos ideológicamente, también hay cosas importantes más allá de la economía. Hace no muchos años las charlas en el colegio sobre el feminismo o ideología de género eran impensables, lo mismo puede (va a) suceder con otros muchos temas.
En resumen, esta generación ha sido fundamental para que ideas que parecen sacadas de pesadillas se hayan expandido a niveles que parecían imposibles, pero si reacciona puede hacernos un gran favor a las generaciones del futuro; las cuales para empeorarlo todo, somos cada vez menos numerosas. La partida no ha acabado, pero no se puede ganar si no se sabe a qué se juega, hace tiempo que esto no va de comunismo o libertad, sino de globalismo o patria.
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