top of page

Del fuego a las cenizas; de las cenizas a la gloria



Todos los hombres tienen una naturaleza, labrada y forjada por los acontecimientos que experimentaron en su etapa de desarrollo, por ello, si se quiere saber cómo va a ser el carácter de una saga, o incluso de una población, sólo hay que reparar en su contexto. Y, a la pregunta de: ¿cuál es la naturaleza de los “z”? Respondo:

Indudablemente la naturaleza de los nacidos entre el año 95 y el 2010 va a ser una dicotomía. Habrá por igual hombres capaces de hacer frente a todo cuanto se les eche encima y débiles que se ahoguen en el vaso de sus propias lágrimas. Como he dicho antes, todo depende del contexto. Aquellos que vivieran en la falsa ilusión alegre del mundo de la abundancia y el placer efímero serán frágiles como una copa de cristal fino, pero, aquellos que hayan visto y sufrido los estragos de los seres endebles, ignorantes y ciegos que les precedieron, harán de su sangre fuego y quemarán el telón sobre el que está proyectada la imagen del placer material.


Primero, esta llama les hará extirparse todo constructivismo equívoco, de las cenizas y el dolor caminarán a gatas y reptarán durante meses por su tierra calcinada hasta que deje de humear y sus quemaduras curen. Entonces, el fuego se fusionará con su corazón y admirarán el mundo como el regalo que es, la Belleza será la gasolina de su motor y cada uno sentirá su reclamo, el mismo reclamo divino que todo humano llegó a poseer en su juventud antes de aceptar el Asesinato de Dios. La Belleza les indicará el camino y mediante su naturaleza ígnea lo seguirán, así puedo predecir que el mundo arderá mientras estos hombres forjan de los escombros de nuestra era una más esencialista, más sabia, más grande, más persecutora de los ideales del Bien y la Belleza y, por ende, más cercana a Dios, pues al sobrevivir al calvario de las llamas, en el cielo nocturno y los parajes, en los ríos y los bosques, en el mar y las montañas, verán la esencia del Creador.

Una vez hayan pasado por todo esto, los hombres buenos sentirán el Amor que transmite la Belleza y el Bien, de esa extraña y primeriza sensación que nunca antes habían sentido harán una búsqueda exhaustiva (algunos durante años, otros durante días) que les llevará al mismo lugar: una iglesia. Para muchos será la primera vez en una y, como todo lo desconocido, tardarán en entrar, pero en cuanto lo hagan, sellarán el billete de su viaje.


Tras caminar con los ojos abiertos por primera vez en este mundo infecto, harán de los templos refugios del alma, de los Ideales su mapa y del Amor su brújula. Ocurrido lo cual, habrán de enfrentar a los pirómanos de sus hermanastros, los hombres brutos, que prenden fuego a todo sin discreción, dándole el mismo destino final al Arte y la Aberración, pues se quedaron en la concepción elemental del Creador (o séase, que es en la naturaleza y no en la obra humana donde encuentran la esencia de uno o varios dioses, eclipsando la figura suprema de Dios y de la moral que él transmite). Estos hombres buenos, que de ahora en adelante nombraré como “los Abnegados”, tenderán su mano y su temple en primera instancia a este grupo de enloquecidos por la disociación y el poco entendimiento, consiguiendo salvar a una gran mayoría de su demencia. Pero, aquellos que se mantengan en su desvarío sólo hallarán el frío de un abrazo de despedida y la brisa barriendo los restos de su pira.


Completada esta batalla caínica, los Abnegados dirigirán las antorchas hacia lo erróneo y lo feo para convertirlo en correcto y bello. No volverá a haber nombres ni autores famosos, como tampoco habrá dinero, todo cuanto se erija se hará como consecuencia de perseguir algo mayor, algo que ni todo el poder sobre el mundo humano podría igualar: resolver las claves de nuestra Realidad, comprender nuestra existencia.


Cuando al fin los humos y el hollín se asienten dará comienzo la nueva era. Dicha era será conocida como la ruptura con el materialismo y el individualismo, pues la cosmovisión de esta época recogerá el guante de la actual y le dará el enfoque espiritual del que carece y que se puede encontrar en los primeros capítulos del Génesis.


 
 
 

Comentarios


Publicar: Blog2_Post
  • Twitter

¡Gracias por seguirnos!

©2021 por Diario de un Zoomer.

bottom of page