El desastre del Tigre
- Ángel
- 31 may 2021
- 6 Min. de lectura
A finales de la década de los 90 el Ejército de Tierra crea una comisión con el objetivo de decidir entre 5 candidatos el nuevo helicóptero de ataque del ejército, ya que sus Bölkow Bo 105 estaban desfasados, la opinión de los expertos del Ejército es clara: el AH-64 Apache, de procedencia norteamericana, es el mejor de todos ellos.

La gran alternativa al Apache se trata del Tigre, un proyecto franco-alemán que tiene el objetivo de renovar la flota de helicopteros de ataque en sus respectivos paises, y de plantar cara al helicóptero americano en el mercado internacional. Del Tigre originalmente hay dos versiones; UHT y HAP, y se firma la compra de 80 unidades de cada una.
La primera versión se trata de la versión alemana que carece de cañón, tiene misiles antitanque, y posee dos cámaras: una encima del rotor y otra en el morro. Esta versión está diseñada para enfrentarse con la gran cantidad de blindados que habría en una hipotética guerra contra la URRSS, por eso los misiles antitanque, y la doble cámara para facilitar la detección y seguimiento de objetivos.

La versión HAP en cambio está pensada para dar apoyo a las tropas en tierra, por lo que: no tiene misiles antitanque, solo tiene una cámara que se sitúa encima de la cabina y tiene algo menos de alcance que la cámara principal del UHT, y tiene un cañón de 30mm en el morro de la aeronave.
El primer fracaso del Tigre se produce a mediados de los 90, Países Bajos y Reino Unido deciden comprar Apache y no Tigre, debido a la madurez del primero, a diferencia del Tigre que es un proyecto en desarrollo, y eso conlleva riesgos.
El Apache se está convirtiendo en un producto de éxito, ya ha sido exportado a 6 países, es un producto maduro, y los riesgos son casi inexistentes. El proyecto necesita exportaciones de manera urgente, y Eurocopter (actual Airbus Helicopters) empieza a usar su capacidad de lobby y marketing. En el 2001 el Tigre consigue su primer cliente: Australia, que compra 22 helicopteros de una nueva versión, la ARH, que se basa en la HAP francesa, pero incluye misiles antitanque Hellfire.

Y por fin llega el caso español. El Ejército de Tierra lo tiene muy claro, su elección es el Apache. Y el Ejército tiene razón, el Apache es muy superior: puede llevar 16 misiles antitanque contra los 8 del tigre, su cañón dispone de 1200 disparos y no los 450 del helicóptero europeo, el Apache es capaz de comunicarse con aviones o barcos, mayor techo de vuelo, más capacidad de carga, mejores sistemas de guerra electrónica, planta propulsora mucho más potente, blindaje muy superior...
El problema del Tigre es que, mientras que el Apache es concebido como un tanque volante, el Tigre tiene la mentalidad europea de helicopteros de ataque más ligeros, y su posible precio menor no es tal, porque el Apache se aprovecha de la economía de escala al vender mucho más. Aunque no todo son desventajas, el Tigre es más maniobrable que su rival americano, tiene el doble de autonomía sin depósitos de combustible, y algo más de velocidad máxima.
El Tigre es objetivamente inferior al Apache, pero Eurocopter empieza a hacer lobby: propone construir una fábrica en Albacete que tendrá unos 500 empleados, si el ministerio de Defensa elige al Tigre y compra el NH90 (helicóptero de transporte). Pero hay un problema, el Tigre no cumple los requisitos mínimos del Ejército, por lo que se tiene que desarrollar una nueva versión.
Esta versión se llama HAD, parte de la base del HAP, pero incluye: misiles antitanque, un motor un 14% más potente, una mejora del deficiente blindaje del Tigre, enlace de datos, usar componentes fabricados en España, y capacidad de soportar temperaturas más altas. Esta versión se convierte en la mejor hasta el momento, y además se puede actualizar el HAP al HAD "fácilmente", lo que provoca 2 cosas: que los primeros 6 helicopteros de España serán de la versión HAP ya que la HAD aún se tiene que desarrollar, y que Francia decide actualizar sus Tigre a HAD. Lo "gracioso" del tema, es que quien paga el desarrollo es España, y Francia no paga ni un solo euro para usar la versión HAD.

La gran excusa de la elección del Tigre son la creación de empleo y la transferencia tecnológica. En primer lugar, es poco probable que los 500 empleos creados compensen los sobrecostes del Tigre y del NH90 (luego veremos cifras), y el fracaso en exportaciones hace que los componentes que se podrían haber fabricado aquí finalmente no lo hagan.
Por otro lado, la transferencia tecnológica es dudosa ya que de primeras la fábrica pertenece a Airbus, y en segundo lugar, es difícil creer que hayamos adquirido el conocimiento suficiente para diseñar nuevas versiones y actualizaciones del helicóptero por nuestra cuenta.
Por tanto, la transferencia tecnológica no consiste en aprender a diseñar helicopteros para hacerlos en un futuro por nuestra cuenta, sino que es una simple compensación industrial para rebajar el coste del Tigre. Pero al ser el sobrecoste tan elevado, es difícil creer que se vaya a compensar, y el Apache también tenía este tipo de compensaciones, aunque fueran mucho menores.

Entonces, si se renuncia a un mejor helicóptero de combate por motivos industriales, pero las ventajas industriales son escasas, ¿Por qué se eligió el Tigre? Ya puestos a renunciar a capacidades militares por la tecnología, se podría haber hecho un acuerdo con los italianos con el Mangusta, el cual habría sido más barato que el Tigre, y las transferencias tecnológicas hubieran sido mayores. Esto es lo que han hecho los turcos, creando una versión propia del Mangusta sobre la cuál tienen los derechos, y ya la han exportado a Pakistán y Filipinas.
Además, las capacidades del Mangusta no son muy inferiores a las del producto de Europcopter, y la versión turca las mejora acercándolo aún más al Tigre. Viendo esto la explicación de porque se eligió el Tigre es que no fue por motivos industriales, ni por capacidades militares, sino por obedecer lo que se dicta desde París y Berlín, y por motivos electorales.

Pero si este programa es un despropósito no es solo por elegir un helicóptero inferior por unas contrapartidas y transferencias tecnológicas más que cuestionables. Sino por sus costes y plazos de entrega. Mientras que se ofrecían 24 Apaches por 800 millones de euros que estarían entregados todos para el 2006, el Tigre se compró por 1.350 millones, que han acabado siendo 1.580, y el calendario de entregas ha sido una vergüenza.
Hasta 2015, más de 10 años después de la firma del contrato, el ejército solo disponía de 6 HAP, cuando de haber comprado el Apache desde el 2007 hubiéramos tenido los 24, y la entrega de esos 6 HAP se alargó durante más de 4 años.

Debido a que el helicóptero se diseñó en los 90, y a los retos que plantea el campo de batalla del futuro, se está desarrollando una actualización denominada Mk III. El objetivo es quitar obsolescencias de la aeronave y mejorar sus capacidades, se espera que llegue sobre 2025. Es decir, vamos a tener que actualizar helicopteros que tendrán para entonces de 5 a 10 años, porque nos han entregado algo que ya se ha quedado obsoleto.
Y, por si fuera poco, por culpa de la falta de presupuesto, los 6 HAP no se actualizarán. Y como Francia va a actualizar todos los suyos, al ser los únicos que queden en todo el mundo, se almacenarán para ver si se pueden actualizar en un futuro. Con lo que la flota se reduce a 18 Tigres HAD.
En resumen, el balance del programa Tigre es que, por culpa de las presiones del lobby franco-alemán, y de decisiones políticas basadas en motivos industriales dudosos; tenemos hoy en día un 25% menos de helicopteros por casi el doble de coste. Y encima estos helicopteros son menos capaces y el coste de mantenimiento también es mayor. Lo peor de esto, es que este tipo de gestión no se limita a este programa, y parece que se repetirá en el futuro.

Respecto al Tigre como tal, sólo se puede calificar como un fracaso. Tan sólo se ha exportado a 2 países, España y Australia, el primero verá reducida su flota a 18 por la chapuza de los HAP, mientras que el segundo ha decidido sustituir sus 22 ARH por 29 Apache, los cuales son mucho más capaces y baratos de operar.
Y ni siquiera el Tigre ha cumplido las previsiones de sus promotores, Francia y Alemania en vez de los 80 Tigres iniciales tendrán cada uno 67 y 57 respectivamente, y el país germano ya se ha planteado seguir los pasos de Australia. En definitiva, otro programa Europeo desastroso, en el que nos tiramos de cabeza sin mirar si hay agua por culpa de seguir a Francia y Alemania, y por culpa de políticos que hipotecan el futuro y la seguridad del país por 4 votos.
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