Europa es el pasado

En las últimas décadas hay un mantra que se ha repetido de manera constante por parte de todos los políticos: debemos ser como Europa, Europa es el futuro, ¿cómo estaríamos sin la Unión Europea?, si los españoles no podemos estar solos, necesitamos la tutela de la Unión.

Bajo estas afirmaciones encontramos la endofobia crónica que padece nuestra sociedad. Todo éxito y heroicidad española es relativizada o ridiculizada, mientras que el resto de países son perfectos.

Respecto a la endofobia, poco se puede hacer a corto plazo. Lo que se puede es tratar de desmontar algunos dogmas que sirven para defender el europeísmo endofobico: Se lo debemos todo a la UE, y necesitamos una UE en el contexto actual económico.

Empecemos por lo primero, la supuesta gran prosperidad que nos ha aportado la Unión Europea. El crecimiento del PIB per capita español en el periodo 1950-1975 (resaltar que incluye 9 años de autarquía) es del 5,5%, la mejor cifra desde 1850. En cambio, en los periodos 1975 a 2000, o de 1975 a 2007, la cifra es del 2,6% en ambos casos. También nos encontramos una diferencia sustancial en el crecimiento de población siendo de 1% y 0,4% respectivamente (en el periodo 87-2000 baja hasta un 0,2%).

Algunos harán bien en señalar que, este crecimiento se puede producir por el retroceso económico de España respecto al resto de Europa, pero lo destacable es que fue Franco quien nos acercó a los niveles económicos del resto de Europa, no la Unión Europea. Si en el 45 teníamos un PIB por capita del 44% respecto a la Unión Europea de 15 países, o en el 1930 uno del 53%, en el 75 este era del 80%, cifras que solo se superarían a partir de finales de los 90.

Por último, hay que mencionar que mientras en el 75 España tenía un 7% de deuda, en la actualidad sobrepasamos el 120%. Todo esto siendo aprobados los presupuestos españoles por la UE, y marcando la Unión muchas de las reformas económicas que se hicieron. O porque no, hablar que nuestra industria hoy en día representa el 16% del PIB, cuando hace 40 años era el 38%, gracias Europa por tus "reconversiones industriales".

En segundo lugar, debemos tratar el argumento de que necesitamos unirnos para hacer frente a un mercado global. Si las ventajas de la UE fueran claras deberíamos ver un crecimiento económico relativamente bueno, ¿no?

Pues nada más lejos de la realidad, en 2019 la economía global y la de EE.UU crecieron ambas un 2,3%, mientras que la de la UE lo hizo un 1,4%. Es decir, que un país más rico que la UE crece más que la UE, y que el peso de Europa se continúa reduciendo, mientras que EEUU se mantiene.

También bastante llamativa la comparación entre España y Corea del Sur, países similares en cuanto a PIB per capita y población. Si el PIB per capita en el año 2000 era respectivamente de 15.970 y 13.284€ euros, en 2019 es de 26.430 y 28.432€ euros.

La excusa ante estos datos seguramente sea que Corea del Sur tiene una relación magnífica con EE.UU. Curioso que esa misma gente ignore que España disponía de esa relación y que fue dinamitada por la UE, y no siempre de modo demasiado moral (Quien quiera entender, que entienda).

Entonces, si nuestro nivel económico comparado con Europa hoy en día no es muy distinto del que había en el año 75, si hay países fuera de uniones creciendo más que nosotros, si todas las fábricas de coches en España se construyeron antes de entrar a la UE, si nuestra industria está desapareciendo, si nuestros agricultores dependen de migajas de la UE. ¿Seguro que entrar a la Unión Europea fue tan buena idea? ¿Seguro que la Unión Europea debería haberse convertido en lo que

és hoy en día?

Pero los problemas de la UE no se limitan a lo económico, la endofobia que mencionaba antes se ha extendido profundamente en las instituciones (y sociedades) de la UE. La culpa de esto es que la UE nace bajo la premisa de apertura y debilitamiento de las naciones que comentábamos aquí. Y eso como era lógico, con el tiempo ha desembocado en instituciones que tienen como dogma el postmodernismo y la multiculturalidad.

Europa es un club de países decadentes, cuyo proyecto político es ver como desaparecen como un azucarillo por sus complejos autodestructivos, mientras sirve como laboratorio de un gobierno mundial y se enriquecen las élites. Tal vez sea momento de mirar más allá de Europa. España es el futuro.